Además de todo eso, Las cajas de luz esconde una hermosa alegoría enmascarada. Narra la historia de una revolución imposible, una guerra contra un mes que se ha convertido en estación y tiene pretensiones de perpetuidad. Una insurrección contra un Febrero de 900 días que representa la imposición de todo lo gélido y arcaico; la prohibición de todo vuelo de la carne, el pensamiento o la libertad; la ausencia del más leve rayo de calor humano.
Unos hombres con máscara de pájaro y con la cabeza llena de nubes se deciden a emprender lo imposible y declaran la guerra al tirano meteorológico. Ayudados por un hombre que ha perdido su pasión, su mujer y su hija en las nieves perpetuas, se enfrentarán a los cielos y sus designios sin tregua ni cuartel. Para poner fin a este año perversamente bisiesto, para que vuelva a brillar el sol sobre las vidas de todos...
¡Muerte a Febrero!